City Game Pop Express #169: Katamari Damacy/Pop Never Dies
Esta vez aprovecho las reediciones de las BSO de los Katamari para reivindicarlas, mientras Pop Never Dies me convencen con su nuevo álbum y Kirinji trae clase vía single. Todo eso y mucho más hoy.
Os doy la bienvenida al nuevo número de City Game Pop Express, la newsletter que trata sobre música, videojuegos japoneses y cultura pop nipona en general. Si os habéis perdido alguna entrega anterior, se pueden consultar aquí.
¡Hola! Estos días el panorama musical japonés está algo tranquilo, pero Bandai Namco me ha salvado la semana. Esto es porque han subido cuatro bandas sonoras de la saga Katamari Damacy a las plataformas de streaming: Katamari Forever, Me & My Katamari, Beautiful Katamari y Touch My Katamari. Estas se unen a las de Katamari Damacy (la del primer juego) y We Love Katamari, que ya estaban disponibles desde 2024. Y como si eso no fuera suficiente, han anunciado un juego nuevo para Apple Arcade y hay un registro que huele a otra entrega en camino. Así que aquí estoy, con los auriculares puestos, listo para volver a rodar mi katamari mental por este universo de música y caos adorable y preparándome ya para lo que venga. Era la excusa perfecta para hablar de uno de mis grandes amores, un exponente de esas "japonesadas1" que me fascinan no solo por su locura, sino por esa música con a lo Shibuya-kei –y un toque de Akishibu-kei– que me tiene enganchado desde hace años.
Justo mi primer encuentro con Katamari fue en 20062, con We Love Katamari en una PS2 que ya estaba pidiendo jubilación (el original no llegó a Europa hasta que salió la versión Reroll). No entendía nada: un príncipe enano, un rey cósmico que parece salido de un karaoke interdimensional y una bola que recoge desde clips hasta Godzilla. Pero me atrapó al instante, aunque los controles –usando ambos sticks, uno para avanzar y otro para girar– me parecieron un caos al principio. Todo pintaba a desastre, pero una vez le cogías el tranquillo, todo fluía extrañamente. Sin embargo, lo que te hacía quedarte no eran ni mucho menos los controles ni el objetivo del juego, sino el diseño y la música. La estética colorida y surrealista de Katamari eran un imán: mundos vibrantes llenos de objetos cotidianos y paisajes imposibles que te mantenían pegado a la pantalla.
La magia de la música
Pero hablemos de lo importante. Ya la banda sonora de la primera entrega no pasó desapercibida para nadie y no era raro que fuera uno de los elementos principales que sorprendieron al personal. Pero es que con We Love Katamari ya todo eran palabras mayores por temas como Katamari on the Rocks –ese "na-na-na" inolvidable– o Angel Rain3, que te pone melancólico mientras recoges vacas en una granja. Es una mezcla única de J-pop, jazz y un aire idol de los 80, un cóctel que grita Shibuya-kei por todos lados, más cuando suena música que interpreta gente muy afín a ese movimiento. Rodar la bola mientras suena esta música es extrañamente placentero, especialmente en niveles avanzados donde puedes adherir edificios o nubes. Da la impresión de que el gameplay y su banda sonora se fusionan para intentar hacerte feliz, aunque algunos niveles contrarreloj –donde debes alcanzar un tamaño concreto en el menor tiempo o recolectar objetos específicos– podían abusar de nuestra paciencia.

Ese rollo Shibuya-kei no está solo en la música. El diseño visual de Katamari también la refleja: una explosión retrofuturista de colores y objetos que van de lo cotidiano a lo absurdo. Cada nivel es una sorpresa dentro de lo, a priori, mundano. Y la música lo envuelve todo como una burbuja de alegría, convirtiendo cada partida en una aventura casi mágica.
Incluso más allá de lo audiovisual, Katamari brilla por el cariño de sus creadores. Por ejemplo We Love Katamari dedica gran parte de su trama a agradecer a los fans del original, mientras que Katamari Forever recicla niveles con la excusa de curar la amnesia del Rey –una idea absurda que se perdona por el amor que destila–. Aunque Keita Takahashi, el genio tras la saga, dejó de estar involucrado tras la segunda entrega, siempre he pensado que el espíritu se mantiene intacto en cada juego. Y en parte, la banda sonora tiene mucha culpa en todo esto.
Un pequeño repaso por las bandas sonoras
Las OST de Katamari son una locura ecléctica. Siempre han tenido ese toque Shibuya-kei tardío, y no es casualidad: Nippon Columbia, la discográfica detrás de muchos artistas de este estilo y juegos de Bandai Namco (como Idolmaster4), tiene un cariño e interés especial por estos sonidos. En We Love Katamari, temas como Katamari on the Swing de Shigeru Matsuzaki (colaborador de los últimos discos de Pizzicato Five5), Baby Universe de Maki Nomiya o Blue Orb de Kahimi Karie te transportan a ese mundo. Luego, en Beautiful Katamari, Colorful Heart de Yuki Saito y Sayonara Rolling Star de Aya Hirayama traen un aire Akishibu-kei, mezclando idol y subculturas Shibuya. Hasta Keiichi Okabe (sí, el de NieR) aporta Boyfriend a Go Go, cantado por la ex-idol Iyo Matsumoto.
Todas las entregas mantienen el nivel en cuanto a música, pero si elijo una favorita, me quedo con Katamari Forever/Tribute. Aquí se juntaron titanes como Buffalo Daughter, el añorado Rei Harakami, Señor Coconut, Kirinji, YMCK y así hasta una veintena de artistas de ese nicho alternativo. Temas como Galactic S-O-U-L, el remix de Do Re Mi Katamari Do o Lonely Rolling No More, que cierra la trilogía empezada con Lonely Rolling Star, son oro y encima tienen un cierto toque de despedida que puede llegar a emocionar6. Otra joya a destacar aparte de los discos mencionados es la BSO de Touch My Katamari, con Asako Toki, las Baku Baku Dokin (protegidas en ese momento de Towa Tei) y guiños chiptune de Namco. Taku Inoue, hoy famoso por producir a Ano, también dejó su impronta con Across the Katamari –con el cantante de Mo´some Tonebender– o la electropunk Kakatatamamariri 2 en una entrega portátil que arregló el desaguisado de la anterior aproximación en PSP llamado Me & My Katamari (2006), que fue una entrega fallida por lo general.
Mi puerta a la J-music

Katamari fue mi entrada a la música japonesa. Antes de la saga, mi conocimiento era básico, pero descubrir a gente como YMCK, Kirinji y más a través de estas bandas sonoras me abrió un universo. Es increíble cómo un juego tan absurdo –rodar una bola que recoge desde papeleras hasta rascacielos– puede cambiarte tanto. Así que, si no habéis escuchado estas BSO, ahora es el momento. Poneos los auriculares, imaginad que estáis rodando un katamari gigante y dejad que la música os lleve. Katamari es una locura que no solo me hizo "rodar", sino que también me enseñó a escuchar.
Disco de la semana
Pop Never Dies - Electric [Nippon Columbia]
Tercer disco major de un grupo que, curiosamente, está más o menos relacionado con Shuichi Mabe, ex bajista y principal compositor de Soutaiseiriron (de hecho, tienen un proyecto en conjunto llamado Paraiso). Por lo que sí, tiene cierto rollo con el estilo del citado productor/compositor y a bandas como Moshimo o Passepied. Ya sabéis, un estilo y sonido indie pop rock con toques electrónicos y voces femeninas singulares con entonaciones infantiles, pero intensas y con diferentes matices. Un poco en la línea de los citados Soutaiseiriron y su diáspora, no en vano a raíz de la irrupción de este grupo salieron muchos proyectos afines. Así que son unos viejos conocidos; de hecho, hace aproximadamente un año cuando sacaron Doki, iba a ser a priori el disco destacado del Express de ese momento porque tenía cierto hype, pero al final no dio la talla como para comentarlo.
Aquí, aunque también ha influido que no hayan habido novedades que me interesasen, sí he notado una mejoría por lo general que les han hecho estar aquí: canciones pegadizas, menos caótico y estridente (ya la voz a lo Yuki de la seiyuu Ayako Kamegai aporta quizá demasiado en este sentido) y en general más agradable de escuchar. De hecho, hay temazos como la electrónica My Tempo7 —con ese «Las estaciones avanzan / A esa velocidad, nosotros / De todas formas, no podemos seguir el ritmo»— y (((Ran Ran))) —donde cantan «Este mundo es un atardecer / Con una sobrecarga de adrenalina / Quiero quemar este impulso tonto que brilla en mis ojos»—, que dejan clara la idea de vivir al límite, desafiando el tiempo y las reglas por el que apuesta este dúo en un disco que al final es más recomendable de lo que esperaba.
Singles
“Sing and Play” de Kirinji [Syncokin]
Takaki Horigome de Kirinji, que justamente ya nombramos por su vinculación en Katamari, acaba de sacar un single que sigue la tendencia de los discos del proyecto desde que el compositor se quedó solo8. Aunque lo escribió tras su tour acústico, suena a bossa nova con un toque intenso, gracias al bajo de Chikazaki y los ritmos de mabanua (Ovall). Pero es en la letra cuando se entiende que todo tiene que ver con esa gira intimista por versos como «Un minuto antes, esperando en la penumbra / Como si mi corazón se sumergiera en el mar profundo» o «Una sola luz / Cantaré solo para ti». En fin, sophistipop elegante del que supongo que avisa de un disco que puede que salga más pronto que tarde. Que haya contado en el arte promocional con la misma persona que hizo la portada de Ai wo arudake, subete (2018) me ha hecho tener ciertas expectativas, ya que me parece lo mejor que ha sacado este proyecto.
“The End of the F***ing World” de Brandy Senki [Joryu Records]
Brandy Senki no afloja tras el tirón de Last Live (más de 600.000 reproducciones en YouTube, nada mal para un grupo indie todavía sin disco) y lanza este single que coge su título de una serie británica. Es un sencillo tema de amor con un rollo melancólico, donde el trío de Osaka añade intensidad rock marca de la casa. Y la letra, con versos como «estos días horribles no van a mejorar», tiene ese punto crudo que siempre muestran a primera vista. Muy bueno, como ya viene siendo habitual en este trío.
“Existance EP” de Hinemosugara [Friendship]
Esta autodenominada art-band de Kansai rompe tras un tiempo sin lanzamientos con una recopilación de sus tres singles de 2024, ahora remozados con un sound wall más marcado y diversas capas de ruido que ganan fuerza frente a las mezclas suaves de antes. Indie rock puro de una banda comandada por una voz dulce pero intensa, que tengo apuntada desde hace tiempo y que, aunque creo que todavía les falta por explotar, ya valen mucho la pena.
Noticias
Falleció Ayumi Ishida a los 76 años. Famosa principalmente por el single Blue Light Yokohama9, también llegó a ganar premios de la academia del cine por su carrera de actriz.
El 23 de abril se viene el primer disco de Dongrosso (Mondo Grosso + Dongurizu).
Masahiro Sakurai, ex de HAL Laboratories y el creador de Super Smash Bros. ha mencionado recientemente que los desarrolladores japoneses deberían hacer el tipo de juegos que les gustan a los del país en lugar de adaptarlos para otros paladares.
Se ha anunciado un EP de Maika Loubté para el 23 de abril que contendrán versiones de temas de Puffy, Spitz y Cocco. Sí, suena a mucha nostalgia milenial.
Los Yoasobi acaban de sacar el single10 en colaboración con Playstation por el 30º aniversario de esta marca. Arriba el anuncio promocional del mismo11.
Kengo Kakudate de Yogee New Waves ha sacado su primer single en solitario. Resulta ser un cover de Hitomi wa Diamond que originalmente interpretaba Seiko Matsuda.
La cantante de Tweedees se va de este mismo grupo del que, por cierto, está al mando el otrora líder de Cymbals. En principio seguirá en pie el proyecto.
Mariko Goto, la excéntrica cantante que impresionó en su día en Midori12, se ha divorciado después de solo ocho meses casada.


Ya dije que la semana pasada ganó Asuka Saito el premio a una de las mejores actrices novatas por su papel en Oshi no Ko, pero otra de las favoritas de por aquí, Yuumi Kawai, resulta que ha sido premiada ni más ni menos que como mejor actriz principal por An no koto. Aquí tenéis todo el palmarés.
Más premios, esta vez se anunciaron a los ganadores del Japan Gold Disc Award 2025.
Parece que hay un nuevo dominio de Atlus que hace referencia a un remake o algo relacionado con Persona 4.
Interesante columna de Ayaka Wada en Quick Japan hablando abiertamente de la depresión.
El Cierre


Sí, el Betis acaba de sacar una camiseta del equipo con motivos de Naruto.
Ojo, el número de la semana que viene seguramente se retrasará unos días (espero que no muchos, supongo que para el siguiente lunes o martes estará) ¡Nos vemos!
Recordad que la selección musical de los episodios de City Game Pop(cast) sigue en Spotify y Apple Music. Os dejo el “embed” del primero a continuación:
Para cualquier asunto sabed que también estoy por Twitter/X, Bluesky y Threads.
En el buen sentido de la palabra. Últimamente quizá esto suene un poco despectivo, pero es al revés en mi caso.
Sí, una época que ya reivindiqué en el número 100 de la newsletter:
City Game Pop Express #100: Los orígenes
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Que canta YOU, la famosa actriz.
Un melón que debería abrirse por aquí más pronto que tarde…Justo una de las canciones que más me gustan de Kirinji es un tema que hicieron para esa serie de juegos:
Por ejemplo este single del último disco de P5:
Sí, han sacado más juegos desde entonces. Pero esa entrega da un poco esa sensación de despedida por si acaso.
Tiene un leve toque Suiyoubi no Campanella este tema.
Ya sabéis, echó a todo el grupo en 2020.
Curiosamente esta canción la conocí por un cover de Tomoko Tane que produjo y arregló Yasuharu Konishi de Pizzicato Five, algo que se notaba (cayó en esa época pre-Maki Nomiya). Estaba dentro del recopilatorio Brilliant Ideas Works Of Yasuharu Konishi 1986-2018 que no está en streaming, pero sí que está el single en Youtube:
El single ya está disponible arriba.
Por cierto, me he sentido viejo cuando los chavales del anuncio dicen “qué es esto” cuando ven una memory card de la primera Playstation xD. Por cierto, la del pelo rosado la dobla Nanase Nishino, ex de las Nogizaka46.
Excusa para recordar este pv: