City Game Pop Express #135: Sheena Ringo
La artista repite este año como portada en la newsletter con su nuevo disco, el primero en un lustro, esta vez bien acompañada de colaboradoras femeninas.
Os doy la bienvenida al nuevo número de City Game Pop Express, la newsletter que trata sobre música, videojuegos japoneses y cultura pop nipona en general. Si os habéis perdido alguna entrega anterior, se pueden consultar aquí.
Disco(s) de la semana
Sheena Ringo - Hojoya [EMI - Universal]
Nuevo disco de la Ringo que sigue con la idea de dar peso a los duetos, como ya es costumbre en sus últimos trabajos. Pero si en Sandokushi (2019) la compositora se codeó con vocalistas masculinos como Hiroji Miyamoto de Elephant Kashimashi o el llorado Atsushi Sakurai de Buck-Tick, en esta ocasión hace lo propio con voces femeninas de talla. De hecho, como uno de sus típicos peculiares gestos1, resulta que ambos discos forman parte de un todo no solo conceptualmente, sino también musicalmente, ya que la última canción de su anterior trabajo está enlazada con la que da inicio a este, por lo que la conexión de primeras es evidente.
El caso es que aunque está más que bien acompañada2 y sabiendo que estamos ante el principal atractivo del disco, esta vez las colaboraciones me dejan la sensación de que aportan más bien poco, salvo en ejemplos puntuales como Hobo Mizu no Awa3, donde Momo de Charan-Po-Rantan hace acto de aparición y se escuchan los acordeones balcánicos asociados a dicha cantante. En otras palabras, noto que se ha desaprovechado la oportunidad de generar intercambios sonoros entre artistas, ya que apenas se notan sus presencias e incluso genera un “¿esta que canta ahora quién es?”, como me ha pasado en casos como Dora 1 Dokuso con las Atarashii Gakko. Aun así, es bastante interesante escuchar dentro del estilo jazz-rock ejemplos como la voz de Nocchi de Perfume4 en R1KO sin el eterno filtro sintético de Yasutaka Nakata.
Al final este movimiento me da la impresión de que Ringo solo las haya utilizado para causar expectación entre fans (caso Nocchi) y, si acaso, para reconocer su trabajo (caso Momo e Ikkyu Nakajima), un poco como pasaba en las actuaciones en TV de la época Sandokushi dándoles protagonismo a gente como Honami Sato de Gesu no Kiwami Otome o Shiori Sekine de Base Ball Bear. Pero bueno, parece que la idea de Ringo era principalmente llevarse más todavía a su terreno a estas artistas en una colección de canciones que rememora bastante a la era Sanmon Gossip (2009), ese disco de jazz-rock con ciertos toques de teclados funky y la eterna orquesta de Saito Neko. Para que nos hagamos una idea, el disco tiene esa capa de barniz que ya empezó con aquella colaboración con miembros de la Tokyo Ska Paradise Orchestra llamada Mayonaka wa Junketsu (2001). Incluso los anticipos que han aparecido en los últimos meses se han adaptado a esta ola jazzy5 de la compositora para encajar mejor con el sonido predominante de este álbum.
Por esto, la verdad es que no pensaba que Hoyoya me haría defender al, en su día, criticado Sandokushi, pero es que me ha hecho apreciarlo más debido a la poca variedad que he notado en este nuevo álbum. No es que este lanzamiento esté falto de buenas canciones, pero prácticamente todo sigue un mismo hilo musical6, algo que no solía ser común en esta artista que, no hay que olvidar, rondando la veintena sacó discos como Muzai Moratorium (1999) y Shouso Strip (2000). No es que se le pida que vuelva a ese nivel, pero que se haya asentado justamente en su vertiente musical que recuerda más bien a bandas sonoras clásicas de Disney es un poco decepcionante en lo personal. Simplemente me he criado con un aspecto de la cantante que, tristemente, ya apenas hace acto de presencia.
En fin, poco más que decir. Básicamente Ringo ha vuelto con una especie de “Sandokushi Parte 2”, quitándole la exuberancia oscura de aquel y, como contraposición, centrándose esta vez en duetos con vocalistas femeninas, dando la impresión de querer mostrar esta vez más fuegos de artificio y efectismo teatral chic. Todo dentro del estilo jazz-rock cabaretero en el que parece más cómoda desde hace tres lustros, lo que hace que sea el álbum menos ecléctico de su carrera. Esto le da cierta regularidad y, por supuesto, gustará a quienes estén contentos con este aspecto de la compositora. Pero personalmente me ha faltado que al menos conservara el toque experimental que hacía mucho más interesantes a sus discos (por ejemplo esas pequeñas dosis eléctricas y sombrías que eran lo mejor de su anterior álbum de hecho)... pero es que ya ni eso.
Nakamura Emi - Kicks [Nippon Columbia]
Después de conocer a esta artista a través de Momi (2021) y habiendo escuchado esta continuación, tengo claro que el primero tenía un sonido más bien sereno y triste, siendo quizá una rara avis en la discografía de Nakamura Emi. Digo esto porque en Kicks parece que quiere demostrar más presencia de la vertiente que le hizo llamar la atención al público y la llevó a firmar por una discográfica major: la vena rapera. Y lo hace acompañada de una producción musical que se adapta a este estilo y, de paso, le ha dado por subir la intensidad vocal en las canciones de este tipo, algo que resulta llamativo y hace que buenas canciones como Matsuri (con Mummy-D de Rhymester) presenten cierto desbarajuste en ese sentido.
No todo es hip-hop intenso en verdad, también hay otros temas que combinan o viran entre el pop de dormitorio y el folk, como la nostálgica y minimalista Haruku (tema donde menciona que no pasa nada por querer pasar sola el resto de su vida), otras todavía más intimistas y soñadoras como Hakuchumu o esa bonita colaboración que ha resultado ser Yukimoyo. Mención especial a Hitomebore, básicamente porque aúna en una misma canción la esencia de este disco, demostrando las variadas facetas de una artista inquieta donde siempre sale del paso de una manera notable. Aunque esta vez mucha culpa lo tiene el sonido sofisticado del disco, que le dota en conjunto un toque bastante renovado respecto a trabajos anteriores. Muy recomendable.
The Yellow Monkey - Sparkle X [Warner]
Uno de los primeros grupos japoneses que descubrí7 vuelve en mejor forma de lo que esperaba. Un disco que he notado bastante más enérgico y menos sentimental que 9999, su vuelta allá por el 2019, llevando como eterno proclama el rock clásico con ciertos toques glam y siempre con la voz tan distintiva de Yoshii Kazuya por delante, aunque esta vez añadiendo ciertas influencia de grupos actuales. Quizá esto último es una de las taras que le alejan de ser un disco perfecto (otro es que quizá faltan baladas rock de su cosecha que sí se encontraban en su anterior disco por ejemplo), pero temas como Hotel Neutrino o Make Over8 palian este pequeño defecto aportando calidad al que es el undécimo trabajo de este grupo de ya veteranos sexagenarios que dejan claro que todavía tienen mucho que ofrecer.
Noticias
Hay un teaser de la segunda temporada de Oshi no Ko donde se escucha al nuevo opening llamado Fatale a cargo de GEMN. Recordemos la que se lió con el primero a cargo de Yoasobi, veremos si este llega a las mismas cotas
Ya están subiendo algunos extractos del Tiny Desk Concert de Kirinji.9
Las The Wisely Brothers, una de las formaciones pop rock favoritas de servidor, acaban de sacar un peculiar disco…basado en improvisaciones. Confirman otra vez más que han cambiado mucho desde que salieron de Columbia.
El programa de Ano en TV Tokyo ha cumplido su primer aniversario y lo han celebrado con esta curiosa ilustración donde están representados todos los invitados. Por cierto, estos días ha habido alguna noticia que otra con la chica relacionada con rumores sentimentales.
Parece que en la J-Wave los implicados de Stop! Hibari-kun!!! han hablado de cosas interesantes relacionadas con el mítico manga.
La Vtuber Pekora apostó el otro día medio millón de yenes en una carrera de caballos…y salió mal.
Desconozco si esto suele ser habitual, pero Hoge-chan de Kindan no Tasuketsu se ha hecho viral por una camiseta de Chaoz de Dragon Ball.
Por cierto, dicho colectivo acaba de sacar un sencillo que sigue con la idea de los singles que han ido sacando durante este 2024.
Esta semana me enteré de que los GreeceLove habían anunciado su separación hace ya unos cuantos meses atrás…
Midori, la filtradora de Sega, ahora reconvertida a leaker multiempresas, ha dicho que Fantasian, juego de Hironobu Sakaguchi (creador de Final Fantasy) va a salir de Apple Arcade. Ah, y también ha relacionado el Monopoly edición Yokohama con Persona 6 y ha dejado caer que la versión PC de Project Sekai es para Steam y que habrá más info en verano.
Colas para jugar a MaiMai en Norteamérica. Recordemos que es el arcade de Sega más popular en este momento en Asia, lo cual podríamos estar ante un intento de animar un poco la escena de los salones por occidente
Después de Bocchi the Rock!, tenemos a otro proyecto del estilo parece que está saliendo bien. Me refiero a la serie Girls Band Cry, del que ya vemos que la banda que representa a las chicas del anime actúan ya en TV.
Los de Beep Shop, una tienda de juegos retro, están investigando sobre cuántos Toylets quedan todavía. Sí, se trata de aquellos urinales “gamificados” de Sega.
El cierre
Esta semana en Twitter se ha hecho viral una imagen de unas colegialas del barrio de Shinagawa haciendo básicamente el tonto frente al coche de Google Maps, lo que ha desencadenado una serie de miles de versiones pop adaptando la foto en cuestión.
La próxima entrega se trata de la recopilación mensual y que saldrá durante este fin de semana. Ya para el viernes que viene será el turno de otro express. Pasad un buen finde.
Recordad que la selección musical de los episodios de City Game Pop(cast) sigue en Spotify y Apple Music. Os dejo el “embed” del primero a continuación:
Para cualquier asunto sabed que también estoy por Twitter/X y Bluesky ¡saludos!
Sigue con la tradición de seguir unas pautas en el disco. Por ejemplo, utilizar en esta ocasión cinco kanji para las canciones en el tracklist, o que el tiempo total sea de 44 minutos y 4 segundos.
Hablamos de Daoko, Hikaru Utada, Nocchi de Perfume, Momo de Charan-Po-Rantan, Ikkyu Nakajima de Tricot y Genie High, AI y las Atarashii Gakko. Casi nada.
Que para ser el tema de cierre…es un poco flojete. Quedaría mejor en otro lugar del disco.
Justo hace unos días sacaron single después de un tiempo:
No me ha terminado mucho ese cambio a Watashi wa Neko no me. La versión single es quizá la canción que más he escuchado de ella en los últimos años, sobretodo porque tenía ese “rollito” rock que he echado en falta últimamente en ella:
Eso sí, hay ritmos latinos en Carnival, un tema donde se atreve con el español durante todo el tema. Ha salido un anuncio de tv donde esa canción hace acto de presencia por cierto:
Gracias a la banda sonora de Rurouni Kenshin.
Una de las canciones del disco que tienen alguna frase en español. Parece que está un poco de moda nuestro idioma.